martes, diciembre 08, 2015

Somos fiesta


Huracán vive la antesala de la final de la Copa Sudamericana como una fiesta. Sucedió mientras la tarde de Bogotá se hacía noche. Una celebración con banderas con el Globo de Newbery, remeras de todos los tiempos, chicos con las caras pintadas, sonrisas por todos lados. También canciones que los 2.645 metros de altura que ofrece la ciudad no lograron inhibir. "Huracán te vinimos a ver / te llevamos en el corazón...", contaba su verdad uno de los estribillos más repetidos.

Desde las cinco de la tarde y hasta que la madrugada sorprendiera invitando a dormir, ellos -los quemeros que viajaron a Bogotá- palpitaron la final en la llamada Previa Oficial. El nombre del lugar elegido no fue azaroso: La Caldera, ahí en la calle Carrera 14A. Hubo cervezas con el beneficio del happy hour, gente contenta, ansiosa. "No aguanto más, que el partido empiece ya", decían unos y otros. Nadie estaba cansado. Al fantasma de la altura lo evitaban con ese entusiasmo indomable

El organizador del evento es un personaje particular: se trata de Henry May, el inglés que en 2009 llegó a Buenos Aires, fue a ver el clásico ante San Lorenzo, en La Bombonera, y se enamoró. Y fue más allá se encargó de fundar en Londres el Huracán FC London. Y no paró: con Huracán Foundation -una búsqueda que emplea al fútbol como herramienta educativa- anduvo también generando proyectos en India, en Kenia y en Sierra Leona.

Ahora está en Colombia. Parece un detalle de guión. Pero es así. Lo cuenta él mismo: "Llegué a Colombia en 2012 y estaba trabajando como profesor. Decidí fundar Huracan FC Colombia: un proyecto que procura formar jóvenes en habilidades de liderazgo a través del futbol. El resultado fue tan bueno que decidí quedarme a vivir más tiempo en Colombia y decidí junto a Carlos Echeverry formar CoSchool, una organización colombiana enfocada en el mismo objetivo. Ya hemos trabajado con casi 3000 jóvenes (60% de bajos recursos)". Todos lo abrazaban anoche y lo abrazan ahora. En su casa colombiana hospedó hinchas. Por las calles luce orgulloso la camiseta de su club. Aunque en Inglaterra era hincha del Fulham, cuenta que su condición de Quemero ya no tiene retorno. 

Hablaban de Wanchope Abila, de que si hay penales Díaz una vez más puede ser San Marcos, que resulta una buena chance para Rolfi Montenegro en nombre de reivindicar su viejo idilio, que Espinoza tendrá más espacios. La pasión no les cabía (ni les cabe) en el cuerpo. "Va a ser largo el miércoles", señalaba -con cara preocupada- uno de los hinchas. La respuesta de un veterano contaba el deseo de todos: "Tan largo que puede durar para siempre...".