martes, febrero 02, 2016

Un grito y más méritos



Copa Libertadores: Huracán 1-Caracas 0

No hay exageración en la despedida, ni aplausos desmedidos, ni ovación. Se va Huracán del césped del Palacio Ducó abrazado por el reconocimiento, pero sin una celebración unánime. El 1-0 frente al Caracas resulta un motivo para festejar de ese modo: sin estridencia, como esperando lo que sigue. El partido inaugural de la Copa Libertadores 2016 dejó esa sensación bajo el cielo de Parque de los Patricios. Y otra más: el equipo de Eduardo Domínguez mereció más que esa mínima diferencia obtenida. Quedó claro a cada paso: estuvo mucho más cerca de una ventaja más amplia que de recibir un gol ajeno.

La primera impresión, en cualquier caso, alimenta el optimismo de cara a lo que se avecina: el martes que viene, en la capital venezolana, Huracán enfrentará a un equipo respecto del cual se mostró muy superior. Por pretensión, por ideas, por llegadas. Y además del gol, contará con otro detalle a favor: si convierte un tanto obligará a su rival a convertir tres para obtener la clasificación a la fase de grupos, donde esperan Peñarol, Atlético Nacional y Sporting Cristal.

También es cierto que el partido tuvo un condicionante decisivo: sobre el final del primer tiempo, luego de una falta fuerte, Mea Vitali resultó expulsado (una roja discutida por todo el banco y por todos los titulares del equipo visitante) y dejó a su equipo expuesto ante una sola posibilidad: la de defenderse demasiado cerca de su arco.

Ante ese contexto, Huracán respondió con modificaciones ofensivas: primero, ingresó un extremo (Chacana) por un volante mixto (Bogado); y luego, un mediocampista con buen pase (Mariano González) por un marcador central (Mancinelli). Pasó a jugar de 4-23-1 a 3-1-3-3. Y con todo el equipo en territorio ajeno. Así arrinconó al Caracas. Así fue y chocó varias veces. Así fue y mereció ponerse en ventaja. Así fue y convirtió el único gol del partido: desequilibrio y centro de Espinoza por la derecha, aparición de Mariano González como doble nueve y gol de centrodelantero. Así siguió yendo y construyó méritos como para aumentar la diferencia.

El equipo venezolano, como contrapartida, fue un conjunto exclusivamente pensado para defender. De principio a fin. Apenas un remate fuera de contexto de Armando Maita generó peligro para el arco de Marcos Díaz. En breve, ante la necesidad, habrá que ver si conoce la otra parte del libreto, la de la búsqueda ofensiva, la del desequilibrio en ataque. Se verá...

El destino quiere ahora que Huracán tenga en su horizonte cercano un desafío con un valor agregado: de los 19 partidos internacionales que este plantel afrontó, apenas perdió uno. Sí, fue en Venezuela, en la pasada Libertadores: 0-3 contra el Mineros. Aquella caída significó la eliminación. Cuatro días después, esos mismos jugadores -en una de sus tantas resurrecciones- ganaron la Supercopa (la Estrella Trece) ante River. Por aquel antecedente, la revancha puede tener un carácter determinante, más allá de la eventual clasificación: demostrarle al continente y demostrarse a sí mismo dónde está parado Huracán. Nada menos.

Texto publicado por el Fundador del Blog, en Clarín.