martes, agosto 14, 2012

King of the Twenties

Huracán de 1928, el equipo que consiguió el cuarto título de Liga/Campeonato en la década, tras ganar uno de los torneos más largos y el más numeroso de la historia del fútbol argentino.

El domingo, por cuestiones de trabajo, me tocó estar en La Bombonera. De paso por el vestuario local, en el recorrido, observé uno de esos afiches que Boca tan bien genera en beneficio del desarrollo de su marca hacia adentro y hacia afuera: señalaba que eran los más campeones de la última década. Y de acuerdo con su modo de contabilizar los títulos oficiales, es cierto. Debajo de esa mención aparecían los rivales que quedaban atrás: Barcelona, Bayern Munich, Real Madrid, Inter, todas instituciones de la elite de este tiempo. No miente Boca; aprovecha la situación.

También, camino a la sala de conferencias, los homenajes sucedían a cada paso. Y sobre todo, aparecía un mensaje: "Boca, Rey Mundial de Clubes". Ante la imposibilidad de quitarle a Independiente su inalterable y patentada condición de "Rey de Copas", Boca encuentra un modo de diferenciarse sin dejar de señalar lo que pretende ser: un Rey.

Pensé entonces en lo siguiente: esta situación trasladada a nuestros días más favorables, aquellos años veinte que nos tuvieron como enormes protagonistas del fútbol del Río de la Plata, el mejor del mundo -sin resquicio para la duda- de aquel tiempo. El Mundial del 30 (con uruguayos y argentinos en la final), los Juegos Olímpicos, las Copas América, las giras de los clubes fueron espejos de aquel dominio. Lo escribió el inmenso Eduardo Galeano, en su libro El Fútbol a sol y sombra: "La final del Mundial del 30 no mereció más que una columna de veinte líneas en el diario italiano La Gazzetta dello Sport. Al fin y al cabo, se estaba repitiendo la historia de los Juegos Olímpicos de Ámsterdam en 1928: los dos países del Río de la Plata ofendían a Europa mostrando donde estaba el mejor fútbol del mundo".

Dentro de ese contexto, un detalle sin objeciones: Huracán fue -junto a Boca y a Nacional- el más campeón de esta parte del mundo. Sí, todos con cuatro títulos de Liga oficiales, uno más que Peñarol (ganador de otros dos títulos disidentes, de la Federación Uruguaya y del Consejo Provisorio) y que San Lorenzo. Con un agregado: en 1928, Huracán ganó uno de los torneos más largos (duró casi un año y medio; terminó en la última semana de junio de 1929) y el más numeroso de la historia del fútbol argentino.

La gira de Boca en 1925 -que contó con la participación de nuestro Cesáreo Onzari, El Olímpico- fue un gran hito de esos años. Por un lado, fue la demostración del poderío del fútbol rioplatense, dueño de la gloria en Sudamérica (con ocho Sudamericanos de nueve; el restante fue ganado por Brasil), en el ámbito olímpico (con las dos medallas doradas de Uruguay y la de plata de Argentina en su única participación en 1928) y en el de lo que vendría inmediatamente, la final del Mundial de 1930 y la consagración de Guillermo Stábile como el primer Botín de Oro FIFA. Por el otro, fue el comienzo del exponencial crecimiento de la popularidad de Boca: aquella gira de las 15 victorias (entre ellas, al Real Madrid, al Atlético Madrid y al Seleccionado de Cataluña) adoptó un carácter nacional. Nunca un equipo fue tan parecido -en términos de adhesión- a un seleccionado, según me cuenta el amigo, periodista e historiador Oscar Barnade. Y Diego Ariel Estévez -también historiador y autor del libro "140 años de fútbol argentino"- me hace una pregunta de respuesta tentadora e incomodante: Si Huracán hubiera hecho la gira en lugar de Boca, ¿qué habría pasado?

El Globo de Newbery disputó su primera temporada en la máxima categoría en 1914. Siete años después llegó el primer título de los cuatro obtenidos en los años veinte. Lo que sigue* es el detalle de aquel protagonismo que deberíamos celebrar más seguido y con más entusiasmo.

1920: Subcampeón.
1921: Campeón**.
1922: Campeón.
1923: Subcampeón.***
1924: Séptimo.
1925: Campeón**.
1926: Tercero.
1927: Quinto.
1928: Campeón.
1929: Décimocuarto.

*De cualquiera de los dos modos en que se compute la década (20-29 o 21-30), Huracán y Boca serían los más ganadores con cuatro campeonatos.

**En 1921 y 1925, el seleccionado argentino fue Campeón Sudamericano. Es decir, Huracán fue el campeón de los campeones.

***En 1923, Huracán finalizó primero junto a Boca con 51 puntos. Pero el equipo de Parque de los Patricios tenía un partido menos disputado. Sin embargo, la Asociación Argentina determinó que se jugara un desempate. Y tras cuatro encuentros se impuso Boca.

También durante esa década Huracán se adjudicó la Copa Estímulo en 1920 y la Copa Ibarguren en 1922 y en 1925. Además, en 1921, en su condición de campeón de Argentina, debía disputar la Copa Río de la Plata / Ricardo Aldao, pero Peñarol -el campeón de Uruguay- desistió de participar. En 1922, por la misma Copa, debía enfrentar a Nacional, pero la relación tirante entre la AAF y la AUF impidió la realización del partido decisivo. Y en 1925, además, no había representante uruguayo, ya que el campeonato de la AUF se interrumpió antes de su definición. Del otro lado del Río se perdieron de ver al Globo de Newbery.

Sin embargo, la impronta dejó huellas. Cada vez que uno recorre la ruta que va desde Colonia hacia Montevideo se encuentra con una de las tantas certezas al respecto: allí está el Huracán Fútbol Club de Riachuelo, uno de los varios Huracanes que andan desperdigados por Uruguay y América. El cartel de la sede social indica que el club fue fundado en agosto de 1926. Esa institución es también un homenaje a aquellos días de los Kings of twenties, los Reyes de los años veinte.

(continuará...)