El escenario, otra vez, muestra disparidad. Y no por lo que cuenta la historia sino por lo que cuenta la tabla de posiciones y las circunstancias: San Lorenzo es uno de los dos líderes de la Zona 1 (el otro es Central) y está invicto; Huracán jugó un sólo partido en el torneo (cayó de local ante Rafaela, en el estreno del torneo) y postergó tres fechas, tras sufrir accidente en su reciente viaje a Venezuela (perdió a cuatro jugadores por varios partidos: Patricio Toranzo, Diego Mendoza, Martín Nervo y Lucas Villarruel). Se parecen en algo: el martes, en la primera fecha de la Fase de Grupos de la Libertadores, ambos perdieron 2-0. Huracán, de local ante Atlético Nacional; San Lorenzo, de visitante frente a Liga de Quito. De esas dos derrotas buscarán recuperarse del mejor de los modos: en el clásico.
De todos modos, ambos saben que los antecedentes poco importan al momento de jugar: lo demostró el último duelo entre ambos, en Parque de los Patricios. Ese día, San Lorenzo perdió el partido ante Huracán y la punta frente a Boca, en la Fecha de los Clásicos. Jamás lo pudo alcanzar a Boca. Terminó a tres puntos. Esos tres puntos.
San Lorenzo llega con más alternativas y variantes para armar su equipo. Pero no se sabe cómo formará. Pablo Guede lo definirá hoy. Hay una certeza: no estará Marcos Angeleri, quien se retiró ayer de la concentración por una gastroenteritis. Todo indica que lo reemplazará Paulo Díaz. Además, se sabe que Gonzalo Prósperi entrará por el suspendido Julio Buffarini.
En tanto, Eduardo Domínguez mantiene una duda respecto del equipo. Hay tres candidatos para el puesto de extremo izquierdo: Ezequiel Miralles (titular el martes), Mariano González o Alejandro Romero Gamarra. No se guardará nada para el partido del martes ante Peñarol, en Montevideo, clave por la Libertadores. No puede.
Texto publicado por el fundador del blog, en Clarín.